Apoyando el parche en el rostro y ejerciendo una ligera presión, se obtendrá en pocos instantes una clara imagen del tipo de piel de cada cliente: piel normal, mixta o grasa.
Este indicador de presencia de arrugas y líneas de expresión permite realizar un test en cualquier parte del rostro con la ayuda de dos pequeños parches: uno para detectar posibles arrugas y otro para medir su intensidad.
Permite en pocos instantes y con la sencilla aplicación de un parche especial en la frente, en la mejilla, en el cuello y en el escote, comprobar si la piel es normal, seca o muy seca, para establecer el tratamiento más indicado y dar los consejos apropiados de mantenimiento a la clienta.
Están disponibles dos configuraciones que se diferencian principalmente por el número de placas proporcionado.